La violencia conyugal forma parte en una relación de pareja, casados o no. Esta puede producirse desde el comienzo de una relación, después de algunos años de vida en común o al momento de la separación.
La violencia se manifiesta en forma de ciclo. En la mayoría de casos, con el tiempo, los episodios de violencia son cada vez más seguidos y las agresiones cada vez más graves. Si no se toman medidas, esta escala puede acabar con heridas peligrosas para la vida, lesiones irreversibles, incluso al homicidio de la víctima.
La comunicación se corta, la pareja violenta(o) le cuesta expresar sus sentimientos y sus desacuerdos, el acumula los desacuerdos o quiere controlar todo y se niega a llegar a un acuerdo, la víctima identifica señales de violencia y tiene miedo
hacer su preguntaLa pareja violenta(o) se deshace de la violencia que se vuelve intensa. La víctima se siente atrapada, asustada e impotente, ella tiene tendencia a conformarse a las exigencias de la pareja.
hacer su preguntaLa pareja violenta(o) se disculpa, promete no volver a empezar de nuevo, hace todo para hacerse perdonar. La víctima renueva las esperanzas y acepta las excusas. El/ella mínimiza sus actos, se justifica, invoca causas externas (estrés,…) o acusa la víctima. La víctima duda de ella o se culpabiliza, ella piensa que es ella que tiene que cambiar.
hacer su preguntaLa crisis está olvidada, los comportamientos violentos están en pausa, es la face de la « luna de miel », pero esta face no dura, si no se toman medidas, la espiral de la violencia recomienza.
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