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Soy joven

Esta sección está dirigida a todas las personas menores de 18 años.

Tanto si tienes pareja como si no, en esta web encontrarás mucha información sobre relaciones sentimentales. Ya sea coqueteo o grandes historias, la adolescencia es el momento de los primeros pasos en el mundo del amor. Estás descubriendo un nuevo universo de emociones, sentimientos y sensaciones, en el que no siempre sabes cómo orientarte.

Tienes muchas preguntas:
¿Qué significa amarse?
¿Hay suficiente respeto en tu relación?
¿Es normal tener celos?
¿Tu relación va bien?
¿Te preguntas si lo que estás viviendo es realmente amor?
¿Hay palabras o actitudes que te hacen sentir incómodo o te hieren?

Si tienes otras preguntas sobre tu relación sentimental, puedes formularlas de forma anónima y te responderemos de forma gratuita en un plazo de 3 días laborables.

¡NO TE AÍSLES CON TUS PREGUNTAS!

Estamos aquí para ayudarte. ¡Escríbenos!

También puedes hablar directamente con las siguientes personas para obtener información en persona:

  • En casa: con tu padre/madre si tienes suficiente confianza.
  • En la escuela: con profesores, profesionales de la mediación o el apoyo psicológico, asistentes sociales u otras personas de referencia de la escuela.
  • En las clases de deporte: con las personas que enseñan deporte u otras actividades en los centros de ocio a los que asistes.

Amarse, ¿qué significa?

Cuando dos personas se aman, sienten un fuerte sentimiento de afecto y atracción el uno por el otro. Tienen ganas de compartir cosas juntas.

Oh la la

El corazón late a cien por hora, las manos sudan, las mejillas se enrojecen, las mariposas revolotean en el estómago, las ganas de abrazar a la otra persona, la sensación de derretirse de placer...

Respetarse

Si no hay respeto, no hay amor. En una pareja, como en la vida, hay que tratar a la otra persona con respeto, sin burlarse de ella y sin agresividad.

Compartir

Una pareja son dos personas, cada una con su historia de vida. Hablar permite conocer los deseos y necesidades de la otra persona. Mostrarse como se es en realidad, escucharse, es la única manera de saber si se está en la misma onda.

Tener confianza

El amor es confianza y generosidad. No es ni posesión ni sospecha. Por supuesto, a veces se puede sentir inquietud, inseguridad, porque la otra persona no está lo suficientemente disponible o sale con otras personas. Pero tener confianza en uno/a mismo/a, en la otra persona y en la relación, permite evitar las crisis de celos.

Tratarse con respeto e igualdad

Las personas, independientemente de su género, tienen los mismos derechos. Por ejemplo, él no puede decidirlo todo en la relación solo porque es un chico. Ella no debe aceptarlo todo solo porque es una chica o una persona no binaria.

Poner límites

¿Hay algo más bonito que el amor? Te pone de buen humor, te da ganas de cantar, ¡te da alas! Pero amar también significa saber poner tus límites y respetar los de la otra persona.

No fuerces el amor

El amor nace de forma natural, sin que se pueda explicar. No puedes obligarte a amar a una persona. Tampoco puedes obligar a una persona a amarte.

¡No significa no!

En todo momento eres libre de decir que no estás de acuerdo o que quieres irte. Aceptar una copa o sonreír a una persona no significa consentírselo todo. No se puede imponer a una persona algo que no desea. Sería faltarle al respeto y está prohibido.

¿Amarse = tocarse?

Tu cuerpo te pertenece. Nadie tiene derecho a imponerte gestos, actos o contacto físico que no desees. Las experiencias sensuales o sexuales se deciden entre dos, sin sentir obligación.

Comunicarse

Incluso cuando se ama mucho y desde hace tiempo, siempre hay que hablar. Comunícate con tu pareja, no esperes que esta persona adivine tus pensamientos.

Interesarse por la otra persona

Pregúntale regularmente si todo va bien, si la situación está bien. Escucha a la pareja sin interrumpirla, sin burlarte de ella. Trata de entender su punto de vista.

Cada persona es diferente

Quizás no siempre te das cuenta de que lo que dices o haces puede ofender o herir a la otra persona. Hay palabras o comportamientos que hieren a algunas personas, mientras que a otras no les afectan en absoluto. Es importante saberlo y tenerlo en cuenta.

¿Y tú, cómo te sientes?

Tómate el tiempo para preguntarte cómo te sientes en la relación.
A veces, no nos sentimos bien sin saber si es tristeza, inquietud o rabia. Intenta escucharte e identificar tus emociones. No dejes que se te escapen sin entender qué es lo que te afecta. Háblalo con tu pareja, con sinceridad, sin ocultar nada.

Atrévete a decir lo que no te hace sentir bien.

Aquí tienes dos ejemplos de situaciones que tal vez ya hayas vivido:

«A mi pareja solo le gustan las películas de acción, pero a mí no mucho. Dice que le gusta ir al cine juntos, pero a mí me gustaría ir a ver otro tipo de películas». Laura

«Los martes tengo entrenamiento de baloncesto con los amigos. Pero él siempre insiste mucho en que me quede con él. Y si no, luego está de morros…»
Thomas

Entrénate para decir:

Esta situación no me hace sentir bien.
Te quiero, pero no tengo ganas de esto.
Estoy muy enfadada.

Y también:

Me gusta estar aquí, contigo.
Dediquemos tiempo a hablar.
Me gustaría que me escucharas.

Hacer concesiones

Seguramente ya te ha pasado sentir mucha rabia y agresividad. Son emociones normales. Pero ten cuidado, hay que saber gestionarlas sin atacar a la otra persona.

A veces nos enfadamos...

Incluso cuando se ama, no siempre se está de acuerdo en todo y se discute. Cada persona tiene sus ideas, su carácter y a veces puede conducir a enfados.

Las discusiones son útiles

Las discusiones permiten a cada persona afirmarse, expresar su malestar y decir lo que no va bien, en lugar de huir o aislarse. En una disputa, las dos personas expresan su punto de vista respetando el de la otra persona. Aunque la situación no siempre es color de rosa, hay diálogo.

Encontrar un compromiso

Una vez que la tormenta ha pasado, la pareja recupera el juicio y discute con la mente fría. Se reflexiona conjuntamente, se busca una solución. En una relación sentimental, los compromisos son necesarios y deben hacer que ambas personas se pongan de acuerdo.

Pero entonces, ¿qué es la violencia?

La violencia en una relación es algo más que una simple discusión entre dos personas enamoradas. Es cuando ya no hay respeto, cuando una persona lo dirige todo, asusta a la otra o la ataca con gestos y palabras.

Las caras de la violencia

Varios signos indican que una relación de pareja se está degenerando. A menudo, al principio no parece demasiado grave. Pero, por lo general, con el tiempo la situación empeora. Es importante aprender a reconocer la violencia. A veces puede adoptar una cara, luego otra, y a menudo adopta varias caras al mismo tiempo.

Decidirlo todo en la relación

La persona con la que sales no se preocupa por tu opinión. Te impone sus gustos y sus deseos. Todo debe organizarse siempre a su manera. Incluso puede suceder que decida por ti cómo debes vestirte, con quién puedes quedar, a dónde puedes ir...

Celos excesivos

La persona con la que sales siempre quiere saber dónde y con quién estás. No le gusta que salgas con otras personas, especialmente del mismo género que tu pareja.

Insultar, menospreciar

La persona con la que sales te habla sin respeto. Te hace reproches constantemente. Te menosprecia, incluso delante de otras personas.

Amenazar

La persona con la que sales te asusta con amenazas. Intenta intimidarte gritando, chillando, golpeando la mesa...

Agresiones físicas o sexuales

La persona con la que sales te empuja, te agarra, te sacude, te da bofetadas o te golpea. O tal vez te obliga a tener contactos sexuales que no quieres o cuando no quieres.

¡La violencia es inaceptable!

Cuando se ama, se habla, se respeta y se confía. La violencia nunca es una solución.

Las agresiones físicas y psicológicas destruyen a la persona y a la relación. Sea cual sea el pretexto que se invoque, son injustificables y están prohibidas por la ley.

Los riesgos relacionados con el sexting

Rompe la cadena, ¡elige el respeto!


Si conoces a una persona que está involucrada en una situación de sexting fuera de control, tú también puedes actuar, negarte a difundir las imágenes en Internet y romper la cadena. Borra las fotos obtenidas sin tener derecho a ello y no participes en su difusión. Dile a la persona que te las envió que es ilegal. Recuerda que incluso el mero hecho de poseer esas fotos es sancionable.


Si conoces a la persona representada, acompáñala y no la dejes tirada.

En cualquier caso, si necesitas asesoramiento, puedes hacernos tus preguntas de forma anónima y gratuita.


¿Qué es el sexting?

El sexting es el hecho de intercambiar mensajes de texto o de voz de carácter sexual, nudes (fotos o vídeos íntimos) de sí mismo/a o de otra persona a través de Internet o de un teléfono móvil. Mostrarse no es un comportamiento problemático en sí, pero enviar fotos a través de las redes sociales conlleva importantes riesgos. Solo tú puedes decidir lo que quieres compartir en la intimidad de tu relación. No tienes ninguna obligación de hacer algo que no deseas realmente. Si realmente quieres compartir este tipo de contenidos, reflexiona bien sobre el impacto que podrían tener en ti si luego se difunden y se publican. ¡Es tu cuerpo, tu intimidad, tu decisión!

Estos contenidos sexuales pueden intercambiarse en directo a través de Facetime o Snapchat, por ejemplo, o a través de SMS, WhatsApp u otras redes sociales (Instagram, Facebook, etc.). Aunque creas que Snapchat es seguro y que no hay riesgos, ya que solo es visible durante unos segundos, la persona destinataria puede hacer una captura de pantalla y conservar tus fotos.

Cuando la situación degenera...

El sexting, cuando degenera, puede convertirse fácilmente en acoso. Puede ocurrir cuando no guardas para ti lo que la persona con la que sales te ha confiado y lo transmites a conocidos o lo difundes por Internet (a través de las redes sociales, el correo electrónico, etc.).

Puede que quieras compartir estos contenidos con tus amistades, para reírte, vengarte o para compensar una decepción. Pero ten cuidado porque las consecuencias pueden ser graves y en Suiza está prohibido por la ley. Lo que empieza como un simple intercambio de fotos puede tener consecuencias incontrolables (ver más abajo). Si estas fotos se transmiten a otras personas, o incluso se difunden en Internet, las personas involucradas pueden sufrir ciberacoso. Desde el 1 de julio de 2024, compartir imágenes íntimas de una persona sin su consentimiento está prohibido por ley. Si sufres una situación similar, puedes presentar una denuncia ante la policía.

Si quieres enviar fotos o vídeos de carácter sexual a la persona con la que sales, piensa bien en los riesgos que puede tener para ti si la cosa se complica: si esta persona se los enseña a otras personas o si los difunde en Internet.
No olvides que siempre tienes derecho a negarte a transmitir fotos o vídeos de desnudos si no lo deseas.

Para ti es solo una foto, ¡para la otra persona es una bomba!

Los riesgos y las consecuencias de un sexting «fuera de control» pueden ser graves y estar sometidos al derecho penal.

¿Cuáles son las consecuencias psicológicas si el sexting «degenera»?

Cuando intercambias fotos o vídeos íntimos tuyos con tu pareja, siempre existe el riesgo de que la cosa se descontrole y que los contenidos se difundan a terceras personas. Sobre todo, en el momento de la ruptura.

Romper la confianza y compartir públicamente lo que se ha transmitido en un contexto íntimo puede hacer mucho daño a la persona involucrada. Existe un alto riesgo de sufrir acoso por parte de terceros que han visto las imágenes en Internet (por ejemplo, insultos), con la consecuencia de sufrir un sentimiento de vergüenza, pérdida de autoestima, aislamiento, desesperación, culpa, depresión e incluso puede conducir al suicidio.

¿Qué dice la ley cuando el sexting degenera?

Difundir contenidos de sexting (imágenes, vídeos, mensajes de texto, etc.) o utilizarlos como medio de chantaje es ilegal y puede ser castigado con una pena. Desde el 1 de julio de 2024, compartir imágenes íntimas u otros contenidos íntimos (escritos, grabaciones, etc.) de una persona sin su consentimiento está penado por la ley (art. 197a del Código Penal suizo, en adelante CP).


Si una persona te presiona para que te expongas, se trata de una forma de coacción. Por ejemplo, decir: «Si me quieres, envíame una foto tuya sin ropa». La coacción está prohibida por la ley, que puede sancionarla con una pena (art. 181 CP) y, por lo tanto, puede denunciarse.


Incluso la mera amenaza de publicar fotos de la expareja está prohibida por la ley (art. 180 CP).

Agradecimientos

Esta campaña de sensibilización impactante ha sido producida por la agencia de comunicación Main&Co y está protagonizada por el joven actor suizo Noam Yaron, que ha aceptado poner su fama y notoriedad al servicio de esta causa.
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