En cas d’urgence Police 117 | Ambulance 144

Soy víctima de violencia

¿A quién va dirigido este apartado?

¿No sabes con certeza si lo que estás viviendo es una situación de violencia?

Quizá no sufras violencia física y no te reconozcas en el estereotipo de persona maltratada. Sin embargo, te das cuenta de que tu pareja no te respeta, que te agrede de alguna manera y que estás sufriendo moral o físicamente.

¿Tienes miedo? ¿Te da vergüenza? ¿No sabes qué hacer?

Estas reacciones son normales. Lo que no es normal es la situación que estás viviendo. La violencia no es una fatalidad, se puede salir de ella. Navegar por esta página ya es el primer paso. Ya has encontrado el valor para obtener información.

Necesitas que te escuchen y te apoyen.

violencequefaire.ch es una página web interactiva. Puedes hablar de tu situación y formular las preguntas que te preocupan de forma segura y anónima. Personas expertas te responden y asesoran de manera personalizada en línea.

Rompe el silencio, no lo afrontes en solitario y no te aísles con tu miedo y tu sufrimiento.

¿Qué hacer?

Ya no confías en ti, te sientes impotente. Tienes miedo y sientes vergüenza. Te invaden sentimientos y deseos contradictorios y te cuesta reaccionar. Sientes que no puedes escapar. Es una de las consecuencias de la violencia. La violencia no es una fatalidad. Existen soluciones que se adaptan a tu ritmo y a tu situación.

Salir del silencio es un paso necesario para poner fin a este ciclo destructivo. Salir del aislamiento y hablar de la violencia de forma segura y anónima es un paso importante que puedes dar hoy mismo a través de esta página web. Hacerlo te ayudará a sentirte mejor y te permitirá encontrar una primera forma de apoyo.

Romper el silencio

Escucha, apoyo y asesoramiento en línea

Romper el silencio es un paso necesario para detener el ciclo de la violencia. Esta página web ha sido diseñada para permitirte hablar de tu situación con total seguridad y acompañarte en los primeros pasos lejos de la violencia. Encontrarás la escucha y el apoyo que necesitas, así como consejos personalizados.

En esta página, puedes plantear de forma anónima todas las preguntas que te preocupan a especialistas en la ayuda a las víctimas de violencia conyugal. Su experiencia les permite comprender la complejidad de tu situación y ayudarte. Recibirás consejos sensatos adaptados a tu situación y a tu contexto específico.

Tómate un respiro

Cuando sufres violencia por parte de tu pareja, es difícil ver tu situación con claridad sin alejarte de ella, al menos momentáneamente. El hecho de distanciarse de ella permite reencontrarte, recuperar la confianza y hacer el balance de la situación.

Recupera el aliento

¿Ya no soportas la violencia, te sientes atrapado y sin saber qué hacer? Tómate un tiempo de descanso. Una separación, aunque sea temporal, es beneficiosa. Al resguardarte de la violencia, podrás encontrarte contigo mismo/a y darte cuenta con mayor claridad de los mecanismos destructivos en los que te encuentras. También podrás identificar tus necesidades y los medios de los que dispones para protegerte. Entonces, podrás elegir la opción que consideres más adecuada: reanudar la vida en común o separarte de tu pareja.

Si decides continuar la relación, sabrás cómo establecer y hacer respetar mejor tus límites y habrás adquirido confianza en tus capacidades. Sabrás que tienes recursos para tomar nuevas decisiones.

Irse es un derecho

Si estás con una persona violenta, tienes el derecho de marcharte. En cualquier momento puedes abandonar el domicilio común o en el que vivís juntos, ya sea por unos días o de forma definitiva. No es necesario que notifiques tu partida a la comisaría ni que pidas permiso a la justicia. Al marcharte, no pierdes ninguno de tus derechos relacionados con la vivienda, tus bienes o tus hijos/as.

Si tienes hijos/as, puedes marcharte con ellos, es un acto de protección; dejarlos en el domicilio podría interpretarse en tu contra. Si tienes que irte sola, puedes solicitar rápidamente a la autoridad jurídica competente que tome una decisión sobre la atribución de la custodia. Se recomienda acudir lo antes posible a la justicia o a una persona que trabaje como representante legal. Hasta que se tome una decisión judicial sobre el derecho de custodia, ambos progenitores tienen los mismos derechos y obligaciones con respecto a sus hijos/as.

¿Dónde alojarse?

En la mayoría de los cantones existen centros de acogida y casas de acogida para mujeres víctimas de violencia y sus hijos/as. En un entorno pensado para garantizar tu protección, encontrarás a alguien que te escuche garantizándote la confidencialidad, asesoramiento apropiado y ayuda con los procedimientos legales, en caso de que decidas iniciarlos.

Si tu seguridad no está en peligro, también puedes decidir quedarte en casa de alguien cercano o en un hotel, según tus posibilidades. En este caso, considera consultar uno de los servicios de ayuda especializados de tu región. El apoyo externo te ayudará a ver más claramente tu situación.

Ponte en contacto, en particular, con el centro LAVI de tu elección, que te ayudará a encontrar alojamiento incluso si no tienes dinero o permiso de residencia (al menos temporalmente en este último caso).

La importancia de la vigilancia

La experiencia pone en evidencia que los momentos de separación son especialmente peligrosos. La persona que ejerce la violencia se enfrenta a la situación que más temía. Por tanto, el riesgo de violencia es muy elevado.

Por tu seguridad:
· Evita que tu pareja se entere de tus planes. No le digas que te vas a ir. Si tienes hijos/as, no se lo digas ni a ellos ni a otras personas cercanas si puede suponer un riesgo;
· Prepara tu partida;
· Sal cuando la persona que ejerce la violencia esté ausente;
· No dejes indicaciones sobre el lugar donde te alojarás;
· Evita encontrarte en lugares oscuros o poco frecuentados si no hay al menos una persona contigo;
· Si sufres violencia después de tu partida, no te desanimes. Todavía puedes actuar.

Seguir con la relación

No siempre parece posible marcharse, por muchas razones: sentimientos hacia la persona violenta, esperanza de que pueda cambiar, voluntad de preservar la familia, falta de dinero, etc.


No soportas la violencia pero quieres continuar la relación, crees que puede mejorar.

No afrontes tu situación en solitario

Es muy difícil romper los mecanismos de la violencia sin apoyo externo. Tu pareja necesita ayuda para dejar de comportarse de forma violenta y es importante que tú también puedas obtener la escucha y el apoyo de alguien.

Esta página web te da la posibilidad de hablar de tu situación con personas especializadas en violencia de pareja. Tu pareja también puede hacerlo, podrá encontrar información específica en la sección de la web dirigida a las personas que ejercen violencia. Tanto tú como tu pareja también podéis obtener asesoramiento individual en los servicios de ayuda especializados de vuestra región (véase la lista de direcciones útiles). Salir del silencio y del aislamiento es un paso indispensable para detener el ciclo de la violencia.

Pedir ayuda

Esta página te ofrece la posibilidad de hablar de tu situación con personas especializadas en violencia conyugal y de pareja. Tu pareja también puede hablar con ellas en la sección de la página web dirigida a personas que ejercen violencia. Tanto tú como tu pareja también podéis obtener asesoramiento individualizado en los servicios de ayuda especializados de vuestra región (véase la lista de direcciones útiles). Salir del silencio y del aislamiento es un paso indispensable para detener el ciclo de la violencia.

Asesoramiento de pareja

Algunos servicios ofrecen reuniones de pareja centradas en la violencia, el objetivo es hablar de esta e intentar ponerle fin de forma duradera. Normalmente, el asesoramiento termina cuando se deja de usar la violencia. Si la violencia se reanuda, a menudo es necesario recurrir a un seguimiento individual para cada miembro de la pareja.

Siempre que no haya más violencia, también se puede considerar una terapia de pareja o una mediación. Sin embargo, cada nueva amenaza o agresión debe hacer que se interrumpa el procedimiento dado que el miedo podría hacer que no pudieras seguir expresándote libremente o hacer valer tu punto de vista.

Para encontrar direcciones y contactos, puedes consultar el enlace «direcciones útiles».

Tus derechos

La violencia en las relaciones de pareja está prohibida por la ley. La mayoría de los actos de violencia están sancionados por el derecho penal. La ley protege la integridad física, psíquica y sexual de todas las personas.


Para saber más sobre la ley.


Solicitar medidas de protección de la personalidad

En caso de violencia, amenazas o acoso, puedes solicitar al tribunal civil de tu lugar de residencia que prohíba a tu pareja o expareja acercarse a tu domicilio, frecuentar ciertos lugares o ponerse en contacto contigo, en particular por teléfono, por escrito o por vía electrónica. Si vivís en la misma casa, también puedes solicitar que se expulse a tu pareja durante un período determinado.

Expulsión inmediata de la persona que ejerce la violencia

En caso de crisis, la policía puede, en el marco de su intervención, expulsar inmediatamente a la pareja del domicilio común.

Abandonar el domicilio

Si la persona con la que vives ejerce violencia, tienes derecho a marcharte. Puedes abandonar el domicilio común en cualquier momento, ya sea por unos días o de forma definitiva. Llegado el caso, también puedes llevarte a tus hijos/as. El derecho suizo permite a la persona que sufre violencia rechazar la convivencia durante todo el tiempo en que su personalidad, su seguridad material o el bienestar de su familia estén gravemente amenazados. Sin embargo, posteriormente habrá que regular la situación, en particular la custodia y el derecho de visita de los/as hijos/as menores.

Solicitar medidas de protección de la unión conyugal

Se pueden solicitar al tribunal civil medidas para la vida de pareja, tanto si se continúa viviendo juntos como si no. Existen medidas de protección de la unión conyugal reservadas a las parejas casadas, que regulan en particular las contribuciones financieras entre personas casadas, la atribución de la vivienda común y la custodia de los/as hijos/as menores. Las medidas de protección de la unión conyugal tienen como objetivo ayudar a superar las dificultades presentes durante el matrimonio. También pueden servir para regular judicialmente los aspectos de una separación provisional o definitiva.

Denunciar o poner una denuncia

La violencia en la pareja no es objeto de una infracción específica, pero el Código Penal suizo castiga y prohíbe la mayoría de los actos (independientemente de si la pareja está casada, en unión civil o en unión libre). Si quieres que la violencia sea sancionada, puedes presentar una denuncia contra tu pareja o informar de las agresiones que has sufrido a la policía o a la fiscalía. Sin embargo, las normas del procedimiento penal exigen que la violencia pueda demostrarse o considerarse suficientemente probada para que se pueda dictar una sanción o una condena.

Denunciar la violencia

La ley establece que la mayoría de los actos de violencia cometidos en las relaciones de pareja sean perseguibles de oficio (incluso si se cometen durante el año siguiente de la separación), salvo contadas excepciones. Esto significa que la persona que comete la violencia puede ser procesada sin que tengas que presentar una denuncia. Una tercera persona (de tu círculo de amistades, familiares, profesionales, etc.) o tú, tenéis la posibilidad de simplemente informar de la situación a la policía para que intervenga. A continuación, se enviará un informe policial a la fiscalía, que podrá abrir una investigación. Esta disposición exime a la víctima de la carga de tener que presentar una denuncia.

Presentar una denuncia

También puedes presentar una denuncia contra tu pareja. Para los actos perseguibles únicamente sobre la base de una denuncia, esta debe realizarse en un plazo de tres meses a partir de los actos de violencia. Presentar una denuncia tiene la ventaja de poder participar oficialmente en el proceso, lo que te da derechos durante el procedimiento, como el acceso al expediente, convocar a testigos, aportar medios de prueba y formular una solicitud de indemnización económica contra la persona que ha actuado con violencia, así como la posibilidad de recurrir contra las decisiones y sentencias. Pide consejo a los centros LAVI o a alguien que trabaje como representante legal para evaluar las probabilidades de éxito de tu denuncia.

Recopilar y conservar pruebas

En la medida de lo posible, conserva las pruebas de la violencia ejercida por tu pareja. Por ejemplo, mensajes, cartas, fotos, ropa rota o manchada, que pueden ser útiles para respaldar tu denuncia. En caso de violencia física, consulta con profesionales de la salud y solicita un certificado médico para las posibles heridas o cicatrices. También puedes tomar nota de los distintos episodios de violencia para evitar olvidar cualquier elemento en el momento en que decidas informar a las autoridades.

Interrumpir el procedimiento

Mientras no se haya dictado sentencia, tienes derecho a retirar la denuncia. En el caso de infracciones perseguidas de oficio, puedes solicitar la suspensión del procedimiento. En cualquier caso, conservas el derecho a reactivarlo si fuera necesario en un plazo de seis meses a partir del momento de la suspensión. En función de la gravedad de la infracción, la autoridad judicial puede denegar la suspensión. En cambio, no puede suspender el procedimiento sin tu consentimiento.

Gastos de representación legal y de justicia

En el marco de un procedimiento penal, se recomienda contar con la asistencia de una persona especializada en derecho. Podrás beneficiarte de la asistencia jurídica gratuita si no dispones de medios para asumir los costes. Esta asistencia será solicitada directamente por la persona que hayas elegido para que te represente legalmente. La asistencia jurídica es reembolsable bajo ciertas condiciones, que te serán explicadas directamente por tu representante legal.

El centro LAVI puede ayudarte

Para tomar una decisión sobre el procedimiento penal, puedes obtener toda la información útil en un centro LAVI de tu elección, de forma totalmente confidencial. El centro LAVI puede ayudarte a redactar la denuncia, o incluso acompañarte a la policía o darte una lista con el nombre de diferentes representantes legales, así como organizarte una primera consulta. También pueden informarte sobre asistencia jurídica, sobre los derechos de las víctimas de infracción, etc. Todos estos servicios son gratuitos. Si consultas un centro LAVI, este podrá cubrir el coste de los primeros trámites de abogacía.

A la hora de denunciar la violencia a las autoridades, pueden surgir numerosas preguntas. Es importante que te prepares lo mejor posible.

Obtener la ayuda a las víctimas LAVI

Las personas que son víctimas de violencia psicológica, física o sexual en la pareja pueden obtener ayuda específica prevista por la Ley Federal de Ayuda a las Víctimas de Infracción (LAVI). Cada cantón dispone de un servicio de asesoramiento LAVI. Los centros LAVI ofrecen apoyo jurídico y psicosocial, ayuda material y acompañamiento en los procedimientos administrativos y jurídicos. Las consultas son gratuitas y confidenciales.
Puedes dirigirte al centro LAVI que prefieras.

Los centros LAVI ofrecen algunas prestaciones económicas a las víctimas de violencia. Estas prestaciones tienen en cuenta las necesidades de la víctima en su globalidad para la ayuda inmediata, pero también su capacidad de contribuir a la ayuda a medio y largo plazo:
- pago de un alojamiento de emergencia, de 5 consultas de psicoterapia, de un asesoramiento jurídico, de un cambio de cerradura.
- reembolso de un certificado médico, es decir, de una visita para determinar las lesiones, o de una atención médica.
- ayuda económica urgente.

Además, la solicitud de indemnización LAVI puede conceder, bajo ciertas condiciones, una compensación económica o una indemnización por daño moral a las víctimas. Las personas de origen extranjero también pueden acceder a las prestaciones LAVI, siempre y cuando la infracción haya tenido lugar en Suiza.

El procedimiento penal: ¿qué esperar y cómo prepararse?

La mayoría de los actos de violencia en la pareja están prohibidos por el derecho penal. Por lo tanto, es posible denunciar los actos de violencia ante las autoridades. Esta sección tiene como objetivo ayudarte a prepararte para estos trámites.

La ambivalencia

Cuando se está considerando presentar una denuncia, pueden surgir algunas dudas. De hecho, es difícil decirse a sí mismo que se va a denunciar a la pareja o expareja, a una persona a la que se ha amado o a la que todavía se ama, y que no es solo una persona violenta. Es importante tener en cuenta que, aunque haya habido o haya todavía amor entre los dos, la violencia no está permitida y nada la justifica. Puede ser útil buscar apoyo para ayudarte a aclarar tus sentimientos, sobre todo si son contradictorios y oscilan entre la ira y el miedo, la duda y la esperanza. Una relación violenta nunca es una muestra de amor.

Tienes derechos: pedir ayuda, garantizar tu seguridad y presentar una denuncia son algunos de ellos.

Las expectativas

Si decides presentar una denuncia, seguramente tienes expectativas con respecto al procedimiento legal, y es totalmente normal.

Por ejemplo:
- «Poner fin a la violencia»
- «Dejar de sentir miedo»
- «Poner a salvo a los/as hijos/as menores»
- «Que la persona que ejerce la violencia sea castigada»

Aunque pueda parecer injusto, es importante que te hagas a la idea de que el procedimiento iniciado no solucionará todos los problemas y no se corresponde necesariamente con lo que esperas. De hecho, el procedimiento judicial sigue reglas particulares y no siempre responde a las expectativas de las víctimas. Incluso si se presenta una denuncia y las autoridades actúan y proceden, puede que la persona que ha actuado con violencia te siga molestando (acosándote o espiándote en las redes). También puede suceder que la fiscalía o el tribunal no puedan sancionar los actos si no hay suficientes elementos para demostrarlos.

Conservar todas las pruebas de la violencia

Es esencial reunir y conservar el máximo de pruebas de la violencia sufrida (ropa, fotos de los moratones y heridas). Con vistas a presentar una denuncia, estas huellas de violencia constituirán pruebas que respaldarán tus declaraciones. Puedes acudir a tu centro médico de confianza, al servicio de urgencias de un hospital o a un servicio de medicina legal para solicitar un certificado médico. También es importante fechar estas pruebas.

Las dos formas de presentar una denuncia

La denuncia penal tiene que presentarse formalmente ante la policía o la fiscalía, por escrito o verbalmente. Por lo tanto, tienes dos posibilidades: puedes ir a una comisaría de policía para presentar tu declaración, o formularla por carta a la fiscalía. Para escribir esta carta, puedes pedir ayuda a un centro LAVI, a una persona con conocimientos jurídicos o a tu representante legal.

¿Quién puede acompañarte?

Puedes ir acompañado de una persona de tu elección. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la primera persona a la que hayas confiado los hechos se considerará como posible testigo en el procedimiento. Es preferible que no esté presente en el momento de presentar la denuncia porque, de lo contrario, si se solicita su testimonio, perderá valor. Por lo tanto, es importante distinguir a las personas testigos de la persona de confianza. Los equipos profesionales de los centros LAVI pueden acompañarte durante el procedimiento.

¿Cómo se presenta una denuncia en la comisaría de policía?

La misión del personal policial que recoge tu denuncia es establecer los hechos, sin ningún papel ni mandato de apoyo psicológico. Sus preguntas te pueden parecer carentes de empatía, molestas, crear incomodidad, pero su forma de proceder, centrada en los hechos, no tiene nada que ver contigo personalmente. Su tarea es recopilar la mayor cantidad de información posible para describir lo que sucedió y luego transmitirlo todo al Ministerio Público, es decir, tus declaraciones, las declaraciones de la persona que cometió el acto de violencia que será escuchada posteriormente y las de los posibles testigos, junto con sus observaciones.

¿Cómo se desarrolla la audiencia en el Ministerio Público?

La audiencia se lleva a cabo en una sala de la fiscalía, en presencia de una persona que representa a la fiscalía, una que actúa como relator, la persona que representa legalmente a la persona acusada, tú y tu representante legal y/o una persona de confianza. Puedes solicitar evitar un enfrentamiento con la persona que ha actuado con violencia. Esta solicitud será aceptada en función de las circunstancias. Debería serlo en caso de violación de la integridad sexual. En este caso, también puedes solicitar que la persona encargada de hacerte las preguntas sea alguien de tu mismo género. Para esta audiencia, la persona que actúa como fiscal, vuelve a escucharte sobre los hechos recopilados anteriormente para completar la fase de instrucción (o investigación). Su función es recopilar elementos «a favor y en contra», lo que significa que debe buscar elementos que respalden tus declaraciones, pero también las de la persona que ha cometido la violencia. Su actitud puede parecerte fría y sin empatía, pero en realidad parte de su función es garantizar la neutralidad.

¿Qué decisiones puede tomar la fiscalía?

Puede decidir no entrar en materia: al recibir la denuncia o el informe policial cuando considera que los hechos declarados o los informes policiales no contienen elementos constitutivos de infracción.

Ordenar el abandono del procedimiento: cuando los hechos son controvertidos y las pruebas son insuficientes.

Decreto de acusación: al final de la instrucción, cuando los hechos están suficientemente establecidos. En este caso, el Ministerio Público puede condenar a la persona imputada a una multa, una pena pecuniaria de hasta un máximo de 180 días, o a un trabajo de utilidad pública de 720 horas como máximo, o a una pena de prisión de hasta un máximo de 6 meses. La persona condenada puede oponerse al decreto de acusación. El caso será entonces reanudado por un tribunal que podrá revisar la decisión sobre la pena.

Remisión ante un tribunal competente: si la pena previsible excede las competencias de la fiscalía, el procedimiento contra la persona que ha cometido la infracción se remite directamente ante un tribunal mediante un acto de acusación.

¿Y después del procedimiento penal?

¿Cómo interpretar las decisiones de la fiscalía?

El Estado lleva a cabo el procedimiento penal contra una persona que tiene ciertos derechos, entre los que se encuentra el derecho a la presunción de inocencia. Esto significa que la persona acusada será condenada solo si las autoridades penales están convencidas de la existencia de violencia. Si las pruebas recogidas en el procedimiento no parecen suficientes, la persona que ha cometido la violencia no será condenada. En este caso, una no admisión a trámite, una decisión de desestimación de la denuncia o de absolución no son decisiones tomadas contra la víctima, que tiene derecho a impugnar estas decisiones, así como los importes que se le hayan concedido como indemnización en el marco del procedimiento penal. En cambio, la víctima no puede impugnar la naturaleza o la duración de la sanción impuesta a la persona que ha ejercido la violencia, ni la concesión de una suspensión de pena. De hecho, el derecho a castigar pertenece al Estado, que debe adaptar la sanción a la personalidad de la persona que ha ejercido la violencia en vistas a una enmienda y una reinserción.

¿Cómo gestionar las dudas?

Puedes que te preguntes:
- «¿Hice bien en presentar una denuncia?»,
- «¿No habría sido mejor actuar de otra manera?»,
-etc.

Puede que sientas una decepción ante el resultado del procedimiento judicial. El hecho de no haber podido contar con testigos ni recopilar pruebas tangibles no significa que las personas que forman parte de las autoridades piensen que los hechos no ocurrieron o que exageraste.

Si tienes la sensación de que te han tratado de manera injusta, es importante que hables de ello y no te aísles. A veces existen otras vías, aparte de la judicial, para obtener el reconocimiento de la violencia sufrida, como por ejemplo la terapia.

Las consecuencias de un procedimiento judicial para la víctima

Una denuncia de violencia puede dar a la víctima la oportunidad de ser escuchada, o de que se reconozca su sufrimiento, de sentirse más fuerte, de dejar el miedo atrás y, en el mejor de los casos, de poner fin a la violencia.

Sin embargo, un procedimiento judicial es un proceso que puede ser pesado y puede conllevar ciertos aspectos difíciles de manejar. A veces, los familiares y las personas de confianza no entienden la decisión de presentar una denuncia y se distancian. Algunas víctimas tienen la impresión de que no se les escucha ni se les cree. Otras se sienten agotadas con los trámites y tienen la impresión de haber perdido tiempo y energía si no conducen a una sanción, y más aún si la violencia continúa a pesar de la apertura del procedimiento.

Protegerse de la expareja

La separación o el divorcio ya han concluido, pero la expareja sigue metiéndose en tu vida privada, acosándote, molestándote o agrediéndote. Recibes constantemente llamadas, mensajes, correos electrónicos o cartas suyas, te insulta o te amenaza. Llama a tu puerta sin cesar, daña tus bienes (el coche, la casa…), te sigue, te vigila o difunde información calumniosa.


Este comportamiento te agota y te asusta.

Hay varias soluciones

En caso de urgencia, no dudes en llamar a la policía. Presentar inmediatamente una denuncia penal o renovarla cada vez que sea necesario puede llevar a una condena penal. Además, en caso de acoso, amenazas o violencia, se puede solicitar a la justicia civil medidas de protección y de alejamiento. Esto permite a la policía intervenir más fácilmente en caso de transgresión por parte de la persona que ha actuado con violencia. Sin embargo, para obtener estas medidas es necesario disponer de pruebas que demuestren violencia, amenazas o acoso. Es útil pedir consejo en un centro LAVI o a una persona especializada que trabaje en un bufete de abogacía.

También es importante consultar al personal médico lo antes posible para recibir la atención adecuada y obtener un certificado médico que acredite posibles heridas o contusiones. Este documento puede dar peso a tu denuncia. Del mismo modo, no olvides conservar todas las pruebas de la violencia y el acoso (mensajes, capturas de pantalla, testimonios, etc.).

Para obtener ayuda, información útil y acompañamiento en estos procedimientos, puedes dirigirte a un centro LAVI de tu cantón.

Ten mucho cuidado

La experiencia indica que los momentos posteriores a la separación son especialmente peligrosos. Tómate en serio las amenazas que recibas. No se puede ignorar el riesgo de asesinato.

- Sigue nuestros consejos prácticos (en las siguientes líneas) para mejorar tu seguridad.
- Ponte en contacto con el centro de acogida para víctimas de violencia de tu región o con el centro LAVI del cantón en el que vives. Juntos podréis establecer un plan de protección con la ayuda de personas especializadas en la violencia de pareja. No dudes en trasladarte temporalmente a una vivienda protegida desde los primeros signos de violencia.

Si a pesar de todo la violencia continúa…

Si, a pesar de haber presentado una denuncia, o a pesar de una condena u otras medidas de alejamiento o expulsión del domicilio, la violencia continúa o adopta otras formas, el impacto puede ser desalentador. Sin embargo, todavía es posible encontrar soluciones para aumentar su seguridad y bienestar. ¡Protégete!

Multiplicar las denuncias

A veces se necesitan muchas denuncias o informes para que un procedimiento pueda conducir a una condena. Por lo tanto, es esencial conservar el máximo de pruebas, tomar nota de los hechos, de las fechas y denunciar cada infracción. Cuantos más elementos consiga reunir, más peso tendrán en el expediente. De hecho, la repetición de las infracciones puede poner de manifiesto el carácter reincidente de la persona que ejerce la violencia y la repetición misma de la violencia.

Si la expareja no paga la pensión alimenticia

Dirígete al servicio responsable de recaudar la pensión alimenticia. En algunos casos, este servicio podrá ingresarte anticipos y se encargará de recuperar el dinero de tu expareja. Anúnciate de inmediato en el momento en que no se te pague la pensión, ya que, en principio, las prestaciones sobre los anticipos no tienen efecto retroactivo.

Trabajo terapéutico

No tienes el control sobre la instrucción penal ni sobre la persona que ejerce la violencia, pero tienes el control sobre tu persona. Por eso se recomienda un acompañamiento para restablecer tu seguridad y encontrar apoyo moral. Puedes actuar para tu protección y sobre tus reacciones para disminuir el impacto de la violencia. Un acompañamiento terapéutico puede serte útil, siempre que te sientas en seguridad. Es un proceso que requiere tiempo, no hay que desanimarse si no ves cambios inmediatamente.

Consejos prácticos

Preparativos para la partida

Si decides salir de tu domicilio, no olvides llevarte contigo:

- Objetos personales
- Cualquier objeto personal de tus hijas e hijos (ropa, juegos favoritos, cuadernos y libros escolares, etc.)
- Dinero, tarjetas bancarias, objetos personales de valor
- Llaves de la casa, del coche, etc.

La mayor cantidad de documentos útiles:

- Documentos de identidad
- Certificados de nacimiento
- Contrato de matrimonio
- Libro de familia
- Permiso de residencia
- Tarjeta AVS
- Pólizas de seguro (médico y otros)
- Contrato de alquiler
- Contrato de trabajo
- Nóminas
- Extracto de cuentas bancarias
- Cualquier otro documento útil para determinar la situación financiera de la pareja: documentos que acrediten gastos regulares, declaración de impuestos, certificados de deudas, documentos relacionados con bienes inmuebles o herencias, etc.

- Permiso de conducir
- Cartilla de vacunación de los/as hijos/as
- Libretas escolares
- Certificados de trabajo y diplomas
- Certificados médicos que acrediten la violencia sufrida
- Eventuales actos judiciales
- Fotos, objetos de valor sentimental

Protege tus bienes

Bloquea tus cuentas bancarias, anula el poder a favor de tu pareja, abre una cuenta personal.

Plan de emergencia

Afrontar el peligro

Si existe el riesgo de que se produzca un episodio de violencia, ¿cómo protegerse? ¿A quién pedir ayuda? ¿Dónde refugiarse?

Para hacer frente a una situación de peligro, es importante prepararse. Existen formas de reducir los riesgos y mejorar tu seguridad. Es esencial tomar medidas de protección para ti y, si fuera necesario, para tus hijos/as.

Cómo protegerse
- Guarda en un lugar de fácil acceso los números de emergencia: policía 117, ambulancia 144, bomberos 118.
- Lleva siempre encima las direcciones de los centros que pueden ayudarte (casas de acogida para mujeres maltratadas de tu región, centros LAVI, etc.).
- Habla de la situación con una persona de confianza de tu vecindario. Si tienes hijos/as, pídele que los acoja y que llame a la policía en caso de violencia.
- Identifica a las personas de confianza (familiares, amigos o profesionales) que pueden ayudarte en caso de necesidad.
- Valora las formas de protegerte en una habitación dentro de casa (cerradura, candado, etc.).
- Ponte de acuerdo con una persona de confianza para crear un código de seguridad que la haga alertar a la policía en caso de violencia (por ejemplo, dejar que suene dos veces, enviar un mensaje en blanco, etc.).
- Prepara una bolsa con objetos personales para ti y tus hijos/as, con los documentos más importantes, dinero y un duplicado de las llaves del coche para poder salir rápidamente en caso de emergencia. Guárdala en un lugar seguro.
- Informa a tus hijos/as sobre cómo comportarse en caso de violencia: refugiarse en casa de una persona de confianza del vecindario y decirles que pidan ayuda.
- Averigua dónde están las armas de fuego y los cuchillos. Ponlos en un lugar de difícil acceso.
- Llama a la policía al 117 ante los primeros signos de violencia. No esperes a que la situación empeore. Las amenazas o los actos de intimidación, por ejemplo, también son graves.
- Si sientes que la tensión aumenta, vete inmediatamente. Confía en tus sensaciones y presta atención a las señales que anuncian la explosión violenta. Por ejemplo, si tienes un nudo en la garganta o en el estómago, si sientes una presión en el pecho, si tienes las manos sudorosas o si tienes palpitaciones. También hay que prestar atención a otro tipo de señales, como, por ejemplo, si la persona con la que estás se pone nerviosa, si sube el tono, si te amenaza, etc.

Si se manifiestan estos signos, busca inmediatamente un pretexto para salir, por ejemplo, una cita médica, o tener que ir a recoger o llevar a los/as hijos/as a alguna parte, o una tarea doméstica como sacar la basura o lavar la ropa ...

- Refúgiate en casa de una persona de confianza del vecindario, en casa de familiares o conocidos o en un lugar público.
- Ponte a salvo acudiendo al centro para mujeres víctimas de violencia de tu región. Podrás tomarte un respiro y hacer el balance de la situación.
- En caso de violencia, consulta un centro médico para recibir la atención adecuada y obtener un certificado médico.
- En caso de violencia, tienes derecho a abandonar el domicilio conyugal con tus hijos/as en cualquier momento.
- Si cuando te vas de casa tus hijos/as no están, asegúrate de que estén a salvo hasta que alguien pueda ir a buscarlos.
- Si te vas apuradamente sin poder llevarte los objetos personales, puedes pedir a la policía que te acompañe a recuperarlos.

Certificado médico

Si acabas de sufrir violencia, busca atención médica lo antes posible para recibir los cuidados necesarios y solicitar un parte médico.

Solicita un certificado médico detallado

La persona del equipo de salud que te extienda el certificado deberá describir todas las marcas y lesiones que haya dejado la agresión física o sexual y/o todas las agresiones psicológicas que hayas sufrido (insultos, amenazas, secuestros, etc.), incluyendo todas las consecuencias psicológicas (síndrome postraumático, ansiedad, insomnio, etc.).

Un valioso documento que debes conservar

El certificado médico es una prueba de la violencia de la que eres víctima. Puede resultarte útil más adelante si decides presentar una denuncia o separarte de la persona que ejerce la violencia. Por precaución, guárdalo fuera de tu domicilio. Confíalo a una persona de confianza o déjalo en tu centro médico habitual.

Un certificado por cada agresión

Te recomendamos que hagas constar cada agresión, preferiblemente el mismo día en que ocurra. De lo contrario, puedes hacerlo mientras queden marcas físicas. Si tu seguro médico o de accidentes no reembolsa el certificado, puedes pedir al centro LAVI que se haga cargo del coste.

Haz fotos

En caso de cicatrices o hematomas, las fotos son útiles. Si no quieres consultar con el personal médico especializado para recibir tratamiento o un certificado, no dudes en hacerte fotos, pide ayuda a una persona de confianza si lo necesitas para las partes del cuerpo a las que no puedes acceder (espalda, cabeza, etc.).

Documentación

Para ver

- "Sans frapper", documentaire de Alex Poukine, 2019
- "Jusqu'à la garde", Film de Alexandre Legrand, 2017
- "Darling", Film de Christine Carrière, 2007
- "Prendre femme", Film de Ronit et Shlomi Elkabetz, 2004
- "Te doy mis ojos (Ne dis rien)" Film d'Iciar Bollain, 2003
- "The Waitress", Film d'Adrienne Shelly, 2007

Para leer

- Binoix, M., Battue, Ed. J'ai lu, 2006.
- Bissiau, J., J'aime le diable, Ed. K&B, 2009.
- Christen M. & al., Vivre sans violence? Dans les couples, les institutions, les écoles, Ed. Erès, 2004.
- Doyle, R., La femme qui se cognait dans les portes, Ed. Robert Laffont / Pavillons poche, 2008.
- Hirigoyen, M.-F., Le harcèlement moral, la violence perverse au quotidien, Ed. Syros, 1998.
- Hirigoyen, M.-F., Femmes sous emprise, Oh! Editions, 2005.
- Leigh, J., Ailleurs, Ed. Christian Bourgois, 2008.
- Lucas, A. & Atwood, J. E., A contre-coups (récits et photos), Ed. Xavier Barral, 2006.
- Nazare-Aga, I., Les manipulateurs et l'amour, Ed. de l'Homme, 2000.
- Penfold, R. B., Dans les sables mouvants - Une histoire de violence conjugale, Ed. ça et là, 2007.
- Romito, P., Un silence de mortes. La violence masculine occultée., Ed. Syllepse, 2006
- Zebrinska, N., La guerre secrète, vaincre la violence conjugale, Ed. L'Harmattan, 2003.

Infancia y violencia de pareja

Lectures pour les professionnel-le-x-s

- Cortellini B., Lanfranchi A., Rod E., L'invisible éléphant ou les enfants dans la violence conjugale, Ed. Solidarité Femmes Genève, 1997
- Seron C., Violence subie, violence agie, Ed. Erès, Jeunesse et droit, 2000
- Vanotti M.(dir.), Le silence comme un cri à l'envers, Ed. Médecine et Hygiène, 1992

Lectures pour les adultes

- Association Dis No. De la maltraitance psychologique à la bien traitance. Comment se situer?, Ed. Dis No, Lausanne, 2007
- Bretonnière-Fraysse A.,De la violence conjugale à la violence parentale, Ed. Erès, 2001
- Bourcet S., Gravillon I.,Mon enfant a été agressé, Ed. Albin Michel, 2004
- Côté, I., Dallaire, L.-F., & Vézina, J.-F., Tempête dans la famille. Les enfants et la violence conjugale., Ed. Hôpital Sainte-Justine, 2005.
- Cyrulnik B.,Un merveilleux malheur, Ed. Odile Jacob, 2002
- Cyrulnik B.,Les nourritures affectives, Ed. Odile Jacob, 1993
- Cyrulnik B.,Sous le signe du lien, Ed. Odile Jacob, 2002
- Miller A., C'est pour ton bien. Racines de la violence dans l'éducation de l'enfant , Aubier, Paris, 1983
- Miller A., L'enfant sous terreur. L'ignorance de l'adulte et son prix, Aubier, Paris, 1986

Lectures pour les enfants / adolescent-e-x-s

- Girardet, S., & Puig, R.,Silence la violence, Hatier, 1999
- Lamblin, Ch., Faller, R. & Roederer, Ch., Les parents de Samira se séparent, Nathan, 2001 (3 à 6 ans)
- Mes Parents se séparent, Ed. Pro Juventute Tome 1 (dès 10 ans)
- Mon cahier bleu, Ed. La Joie de Lire, Genève 2003
- St Mars, D., & Bloch, S., Les parents de Max et Lili se disputent, Calligram Ainsi va la vie, 1995
- St Mars D., & Bloch, S., Le petit livre pour dire non à la violence, Ed. Astrapi, 1998
- St Mars D., & Bloch, S., Le petit livre pour dire non à la maltraitance, Ed. Astrapi, 1998
- St Mars D., & Bloch, S., Max se bagarre, Ainsi va la vie. Calligram, 1997
- St Mars, D., & Bloch, S., Jeremy est maltraité, Calligram 1997
- Wormser H., Wigger W., & Schnyder N. (Office fédéral des assurances sociales. Fondation enfants et violence et al.), Julie n'est pas seule ou comment la LAVI peut aider les enfants à faire valoir leurs droits, 2001 (adolescents)